Respecto a esta cuestión mencionar que el centro tiene las suficientes técnicas y estrategias para abordarlo de a mejor forma. Sin embargo, a nivel personal y comentado con la tutora nos llamó mucho la atención de dos alumnos de clase. Ambos, tenían dificultades de aprendizaje. Sin embargo, llegados al curso de quinto de primaria, seguían sin ser diagnosticados. Esto da que pensar, ya que desde cursos inferiores se puede detectar y estudiar a un niño/a, si verdaderamente presenta algún problema. Por lo que, a nivel personal, sentí frustración y pena por estos dos niños. Debido a que una, probablemente tuviera dislexia. ¿Cómo podías darte cuenta? Muy fácil, no le gustaba leer. Esto se debe principalmente a que cuando leía no comprendía lo que estaba leyendo, porque siempre cambiaba letras o leía otras palabras que no estaban presentes en la lectura. Además, cuando se recogía el cuaderno del alumnado para ver reflejado en él su trabajo diario, se podía observar perfectamente, la cantidad de faltas de ortografía que presentaba y la cantidad de palabras que cambiaba por otras parecidas.

El otro alumno, era un TDH en toda regla. Pero como digo, estando en quinto de primaria ninguno de los dos sin diagnosticar. Este alumno, no era capaz de concentrar su atención para seguir las clases con total normalidad. Podías percibir en su cara que estaba en su mundo. Su facilidad en desconectar de la clase era una cosa increíble. No obstante, cuando una persona estaba encima de él, le obligabas a trabajar; realizar ejercicios, trabajos... el niño respondía y era capaz de realizarlo. Sin embargo, el error principal es que los enunciados de las actividades no estaban adaptados a sus necesidades. Ya que en estos casos, no se pueden poner actividades o ejercicios donde este tipo de niños/as observen mucha información. Ya que de lo contrario se agobian y se bloquean. Por lo que deberían separarse los enunciados en diferentes preguntas.

Gracias a mi tutora, estos dos niños van a tener la oportunidad de aprender a su nivel madurativo y de una forma más asequible; más sencilla y que hasta hora ninguna actividad ha sido adaptada a sus necesidades. Si bien es cierto, mi tutora me comentaba que en el primer trimestre de curso lo percibió, pero que esos meses son más de observación y que no quería precipitarse. Asi que cuando comenzó el segundo trimestre y yo ya había comenzado las prácticas en el centro y como el a´ño anterior había estado en la misma clase y era perfectamente consciente de esas dificultades en ellos, se lo comentamos a la orientadora. ¿Pero cuál es el problema que presenta nuestro centro? Pues que la orientadora se comparte entre nuestro centro y el que está contiguo a nosotros. Por lo tanto, ese proceso se prolongaría de más, ya que hay una única orientadora para dos centros con mucho alumnado. Con deciros que yo he finalizado las prácticas este pasado viernes 26 de abril y aún no tenemos los resultados. No obstante, la orientadora prosigue haciéndoles ejercicios donde les va analizando y evaluando.

APRENDIZAJE

El aprendizaje que he sacado de esta situación es que, un buen docente no espera a que otro profesor haga su trabajo al año siguiente. Si tú estás percibiendo en tu alumno/a algo que le diferencia del resto de sus compañeros/as, obsérvalo pero actúa cuanto antes. Porque estos problemas de aprendizaje se perciben en edades tempranas, lo que es inviable es que hayan alcanzado el curso de quinto de primaria, y que no se haya hecho nada al respecto. Las familias de estos niños, a día de hoy, están preocupados, ya que no han sido conscientes en sus casas del problema que estaba teniendo su hijo y la primera reacción que se suele tener es "mi hijo no es así". Entonces, debemos siempre anticiparnos a las familias. En cuanto observemos repetidamente conductas, comportamientos y dificultades, lo más sensato sería informar; primero al centro. Donde todos cooperemos y saquemos nuestras conclusiones y después hacérselas llegar a las familias.