Vinculación con mi alumnado
Sin duda de esta experiencia me quedo el vínculo tan fuerte que he creado mis alumnos/as. Como ya he comentado en alguna ocasión, escogí tercer ciclo, concretamente 5º de Primaria para poder desarrollar tanto la Unidad Didáctica exigida por la facultad como mi intervención práctica del TFG, sin saber en ningún momento que me tocaría con el mismo alumnado con el que inicié mis primera prácticas el curso pasado. Por lo tanto, este año partía con algo más de ventaja, respecto al anterior. El clima en el aula desde el primer día en que aparecí por allí fue muy familiar y cercano. Además, en sus caras siempre se reflejaba felicidad y tranquilidad de saber que me tenían como un apoyo más en el aula.
Por otro lado, me siento muy satisfecha por haber desarrollado en ellos un mayor aprendizaje sobre la alfabetización digital. Pues, poco a poco les he ido iniciando en el ámbito en el que me he formado y ellos siempre me han hecho saber lo divertido o diferente que se sentían al implementar las tablets y utilizar la pizarra digital interactiva como herramienta de trabajo. Asimismo, al pasar mucho tiempo en alternativa con algunos/a alumnos/as (esta hora, era hora libre para jugar a juegos de mesa o hacer lo que ellos deseasen en ese momento). Por lo tanto, durante esas sesiones, muchas veces han sido privilegiados de aprender sobre aplicaciones que desconocían en cuanto a diseñar presentaciones interactivas, ya que a estas alturas de curso, aún seguían haciendo los trabajos en formato de murales; con cartulinas o folios. Por tanto, ha sido todo un descubrimiento para ellos la utilización de Canva, por ejemplo.
Por otra parte, no solo he sido partícipe en su aprendizaje sino que ellos a mí me han enseñado un montón de cosas. Recalcar una alumna diez; a nivel académico pero a nivel personal. Ya que esta niña era capaz de ponerse en el lugar de todas las personas que le rodeaban en el aula. Entendía a la profesora, a sus compañeros, a mí... Ella me ha enseñado a ser optimista y a superarme a mí misma. Además, me he sentido muy identificada con ella, debido a que detestaba discutir o entrar en conflicto con cualquier alumno/a, era muy sensata y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás y a preocuparse por ellos. No obstante, cuando le molestaba algo o alguien le había echo daño "sentimentalmente" siempre lo expresaba y trataba de solucionarlo.
Por último, la gran mayoría me ha enseñado lo fácil que resulta "la vida" y lo complicada que lo hacemos los adultos. Ellos siempre están felices, disfrutando del momento y nunca preocupados por el mañana. Sí, son niños, tienen menos responsabilidades y obligaciones, pero esa energía y buenas vibraciones que se desprenden en el aula son indescriptibles.
Para finalizar, decir que el vínculo ha sido tan bueno tanto en mi clase como en el otro quinto, que han querido seguir manteniendo el contacto conmigo. Primero intentaron conseguir mis redes sociales, pero desde el primer momento me negué. Pues tienen que entender, que aunque nos llevemos muy bien, no se debe mezclar lo personal con lo profesional. Sin embargo, fue tanto su empeño que me dieron a conocer una app la cual actúa como WhatsApp, llamada Zangi. Con solo registrarse con el correo electrónico, la propia aplicación te suministra "un número de teléfono" ficticio y con él puede buscarte y agregarte. Por lo tanto, a día de hoy sigo manteniendo contacto con ellos y muchos me cuentan su día a día y lo que me echan de menos.
Me siento muy orgullosa y feliz de haberles dejado esa esencia mía en ellos y creo que tanto ellos como yo nos recordaremos con mucho cariño y durante mucho tiempo. Lo más duro de toda esta experiencia fue el día que llegó despedirse, todos lloramos y me hicieron muchísimos regalos. Además, yo con ellos también tuve un pequeño detalle para que me recordasen como su profe de prácticas.
